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Desde tiempos inmemoriales, la ciencia ficción alimentó nuestros pensamientos sobre el fin del mundo en manos de máquinas y robots comandados por una inteligencia superior, artificial y autónoma. Yuval Harari, pensador, historiador y filósofo, creador de obras como “Sapiens” ha mencionado en distintas publicaciones su temor por el “fin de la humanidad” en manos de la IA, Chat GTP y todo su linaje.

Orson Welles, y su programa de radio, narrando la llegada de extraterrestres con el fin del mundo, la radio como avance tecnológico aberrante y ocasional artilugio para dar por finalizada a la humanidad. Elvis y sus pelvis, la máquina de vapor, la computadora, el teléfono celular, Gachi y Pachi. Todos en algún momento fuimos tildados de “exterminadores de la raza humana”. Hoy, le toca a la inteligencia artificial.

Alguien debe pagar la cuenta, Google, Meta, Microsoft, Apple, Amazon, los jinetes del apocalipsis, vienen trabajando hace años en algo que se llama “machine learning” aprendiendo de los hábitos de las audiencias para entrenar algoritmos que permitan automatizar tareas para optimizar tiempos, para que nosotros, “los humanos” podamos enfocarnos en mejores tareas.

Estamos mucho más preocupados por las tareas que pueden ser reemplazadas por la IA que por los nuevos espacios que generan, por ejemplo, entrenador de algoritmos. Y vamos al caso de la industria del seguro.

Se pueden utilizar distintas aplicaciones de AI en tres grandes áreas: optimizar costos generales de la operación, incrementar ganancias y satisfacer las necesidades de los clientes. Hasta ahora, esto tiene como común denominador la aceptación de la innovación y el avance del factor tecnológico. Y esto se viene sucediendo desde el cambio de paradigma de impresión papel a digital, desde el uso de call centers, el común denominador siempre fue la tecnología.

En lo que refiere a innovación y tecnología, recomiendo seguir de cerca al Dr. Juan Corvalán, abogado, director del laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Buenos Aires sostiene que la AI no podrá reemplazar -por el momento- No solo recomienda utilizarla, sino que también sostiene que a medida que se la usa, se le encuentran mayor cantidad de fallas, que de seguro irán corrigiendo. Sin embargo, lo que por el momento no se puede lograr es la “contextualización” ese poder que tenemos los seres humanos de conectar objetos, conceptos y puntos de vista. Por ende lo que representa el contexto en Japón de automatización de tareas rutinarias no representará lo mismo para nuestro país.

Por eso, y volviendo a nuestra industria, las distintas variantes de IA podrán ayudarnos a automatizar tareas para hacer cálculos predictivos de precios, de reconocimiento de datos, de detección de fraudes, para evitar delitos cibernéticos -fishing-, entender pautas o parámetros de consumos de productos. Estamos frente a un escenario de privilegio, primero para humanizar la tecnología, aportando nuestros conocimientos para generar asistentes que nos permitan optimizar tareas rutinarias, procesos simples de vigencia de datos, de sintetizar métricas, agrupar información que requeriría tiempo y horas de recursos que no contamos.

La discusión no está en Chat GTP si o no, sino en cómo utilizar mejor la tecnología para generar mejor distribución de recursos, para amplificar capitales, para mejorar las condiciones de las personas.

Por eso debemos abandonar el sesgo pesimista, analizar las posibilidades que nos brindan estas nuevas tecnologías, tal como lo hizo la imprenta, o los buscadores como Google, o incluso la electricidad. Muy bien lo sintetiza Alessandro Baricco en su libro “Los Bárbaros” los cambios son irreversibles, la innovación no se va a detener, pero no nos subamos a estas hordas de luditas que apalean a las máquinas por miedo a perder el lugar que supimos conseguir. 

Cambia todo cambia, en palabras de Heráclito, lo único constante es el cambio y debemos abrazarlo, analizarlo y tomar las mejores decisiones en pos de ser fieles a la definición de tecnología, ese conjunto de conocimientos que nos pueden ayudar a resolver los problemas de una sociedad. 

 

Martín Latrechina

Director  – Jacaranda.ws

Especialista en comunicación, tecnología y negocios con más de 25 años de experiencia trabajando en industrias culturales, seguros, salud y medios de comunicación.